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Ambición mágica = Conformismo

Ambición mágica
Imagen extraída de Freepik

Puede ser un poco complejo tener un equilibrio entre la ambición o conformarse, esto lo podemos observar a nuestro alrededor con mucha frecuencia. Personas que solo piensan en cómo hacer más dinero, obtener más cosas, en fin, ambiciones personales, profesionales y hasta sentimentales diría yo. 

En ocasiones resulta un tanto peligroso porque quieres tener u obtener algo pero, ¿con qué finalidad? y otros que solo son arrastrados por el quehacer diario, estos de casualidad tienen un trabajo, y por lo general no administran sus recursos, no saben qué es lo que de verdad quieren, yo los llamo: los come flor. 

Ambición: Deseo intenso y vehemente de conseguir una cosa difícil de lograr, especialmente riqueza, poder o fama; esto es según el diccionario y yo le creo, como culpar a alguien que lícitamente quiera cumplir sus ambiciones, trabaje y se esfuerce para ello, no lo veo mal tener ese deseo intenso de conseguir o lograr metas. Ahora bien, cuando tenemos ambiciones en el pensamiento mágico y, es este el punto principal de esta entrada, pienso que ahí radica el problema. 

Que fácil es decir: yo quiero estudiar en Canadá, yo quiero ser una importante figura de los medios, yo quiero ser un militar, yo quiero ser Ingeniero, yo quiero ser Abogado, yo quiero ser un cineasta, yo quiero tener mucho dinero, yo quiero ser un empresario…. Yo quiero, ¡Yo quiero! «Querer es poder», dice una frase popular de autor desconocido, no solamente es pretender decir yo quiero, es poner tu mejor esfuerzo en salir a cumplir esas metas, trabajar por ello, y saber que tus más allegados, que son los que de verdad van a compartir ese intenso deseo contigo, van a contribuir en que lo obtengas. 

Pero ¡ojo! eso no quiere decir que tus ambiciones sean responsabilidad de esas personas o que le endoses tus deseos a otros o culpes a otra persona de no conseguirlo, Dios nos trajo a la vida como personas únicas, con herramientas y oportunidades misteriosas a las que hay que identificar muy bien para saber cuando las puedes utilizar. No hay nada más terrible escuchar en esta época que vivimos, a un joven de 18 años decir: «yo no me veo como universitario», pero quiero ser alguien en la vida, hoy quiero ser chef, semanas después quiero ser piloto, luego emprender un negocio propio sin la menor planificación, por último, «la verdad es que no se que quiero estudiar».

Mi respuesta a eso amigo, le digo, usted con tan solo decir «quiero», no va a conseguir nada sino trabaja por ello, así los años van pasando, la juventud se va perdiendo, y luego volteamos a ver el momento en que fallamos, en el que desmayamos, y luego nos toca agachar la cara para llorar por el tiempo perdido, y eso no lo recupera nadie. 

Les puedo dar un consejo, déjese de AMBICIONES mágicas y deje de culpar a otros de no obtener sus deseos. Lo segundo va para esos jóvenes, ¡NADIE VA A HACER NADA POR TI! sino tú mismo. Esto que les digo, y aunque hago énfasis en la juventud temprana, porque es donde comenzamos a formarnos como lo que queremos ser, va para todas las edades, pues existen personalidades de todo tipo, y he podido notar que hay muchos que se creen niños atrapados en cuerpos de adultos, y eso es otro realismo mágico, pues nuestra niñez ya la vivimos, quemamos esas etapas y luego llegó el momento de crecer, eso debemos aceptarlo (estos son los come flor). 

A esta gente les invito, como ya dije a vivir su edad, no pretender lo que ya no son. Si somos adultos con un carrera profesional o con un aprendizaje profesional pues vamos a trabajar por más, no soñar, porque los sueños son muy bonitos pero nada más existen en los cuentos de hadas, en la realidad le llamamos metas y nos planteamos cumplirlas. Si no estamos bien, hablando de calidad de vida, tener capacidad financiera para vivir en un lugar digno, comer lo que queramos sin esperar a que alguien nos brinde de vez en cuando, comprarnos ropa a la moda, accesorios, hacer ese viaje a Canadá o Argentina con el cual hemos soñado, tener un medio de transporte propio y mucho más, si no tenemos eso, pues solo le logra trabajando, explotando nuestras capacidades, dejar de vivir de un quince y último, o con lo que el día a día va dando. 

Tira ya las excusas por la ventana, sacúdete la flojera y ponte a trabajar en tu beneficio, no dejes para después lo que puedes hacer hoy, tal vez mañana sea tarde. Eso está pasando y cada vez son más personas que se encuentran en este laberinto, estamos en una época globalizada, donde el desempeño cada vez es más exigente y alcanzar esos deseos profundos son cada vez más duros, para los que estamos en Venezuela la mayor inversión es estudiar y prepararse, por favor no podemos quedarnos en un YO QUIERO, tenemos que acompañarlos con el silencio que da el trabajo y el verdadero fruto que da la constancia.

Es solo una opinión.

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Hildemaro Solis

¡Hola! Soy Hildemaro Solis, un migrante comprometido en formar una comunidad de personas que desean emprender un proceso de migración positivo.

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